sábado, 14 de abril de 2012

El Liceu somriu

¿Habéis visto que me he cambiado de vestido?, preguntó Sílvia Pérez Cruz al público mientras enseñaba su segundo estilismo de la noche. No lo había hecho nunca... y no creo que lo vuelva a hacer. Pero esto es el Liceu.

Escasos minutos después de las 21h de la noche de ayer, Pérez Cruz pisó -con unos bonitos zapatos rojos, por cierto- el escenario del Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Fue recibida por sus seguidores con un entusiástico aplauso que, de algún modo, pareció no silenciarse hasta que hubo finalizado el concierto: Pérez Cruz es una gran cantante y compositora pero, además, se mete al público en el bolsillo en cuanto hace ademán de su sencillez; también con sus palabras.


Una de las imágenes de su disco 11 de novembre.

El motivo de la actuación -dentro de la programación del Festival del Mil·lenni- fue la presentación de su nuevo trabajo 11 de novembre, titulado así en memoria de su padre. Càstor Pérez murió hace año y medio, pérdida que ella trató de aliviar con una canción de igual nombre que el disco y escrita en apenas cinco minutos el mismo día de su muerte. Se trata de su primer disco en solitario, pero comenta: Nunca he estado acompaña de tanta gente

Sola, acompañada de una guitarra, de varios violines o con quince músicos a su alrededor, la palafrugellense de 29 años volvió a demostrar al público que a su voz no le hace falta más que la proyección que ella misma le proporciona, pero también que combina perfectamente con sonidos clásicos, populares y alternativos.

Las luces con forma de cara sonriente.
En las repetidas veces que se dirigió a la gente, no pudo ocultar su ilusión por actuar en el Liceu. Era su primera vez pero se relajó al ver que todas las lámparas del teatro le sonreían: El Liceu somriu, dijo como si acabara de dar con su amuleto. Pese a ello, la suerte no estuvo de su parte durante la primera parte de la actuación, pues hubo problemas técnicos con un micrófono que se alargaron demasiado y que, en realidad, no se acabaron de solucionar. Estos inconvenientes, además, molestaron al público sentado hacia el final de la sala (en platea) porque las voces del equipo técnico distraían a los asistentes. 

Las lenguas por excelencia fueron el catalán y el portugués, aunque también estuvo presente el castellano. Sorprendieron los ritmos traídos directamente desde el país vecino o incluso desde el otro lado del Atlántico y, en especial, la exquisita versión de Gallo rojo con quince músicos acompañando su voz. Realmente espectacular.

Pocas canciones antes de acabar el concierto -que pasó de las dos horas por los temas extra que ella quiso regalar-, Sílvia Pérez Cruz se quitó los zapatos de tacón justificándose así: No estoy preparada para tanta altura... en general. Sinceras palabras que demuestran que no todos los artistas que tocan el éxito, dejan de pisar con los pies en el suelo.

8 comentarios:

  1. Gracias Lara por este artículo. Me gusta y define muy bien lo que pasó esa noche mágica. El Liceo en pie fue un agradecimiento colectivo a esa calidad y a esa calidez, a la sencilla fuerza de esta mujer de cabellos largos y ondulados que recoge a menudo con la habilidad de sus manos, manos que igual tocan la guitarra como dirigen sensualmente a sus músicos. Músicos excelentes que salían y entraban del escenario sorprendiendo en cada canción, por su diversidad, por su calidad y su complicidad con Sílvia.
    Yo, desde la cuarta fila, me sentaba al borde de la butaca para poder estar todavía más cerca. Al final, después de esperar cerca de una hora que saliera del teatro, a mis amigos y a mi nos regaló a cada uno un dulce abrazo que completó una noche perfecta. Gracias Sílvia por ser así.
    El Liceo sonrió y todos nosotros también.

    Mercè Gaja

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    1. Muchas gracias a ti, Mercè, por leer el artículo y comentar :)

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  2. Nacho Vegas, en su concierto de El tiempo de las cerezas, junto a Bunbury, en el Liceu dijo: "Vamos a tocar unas bonitas baladas, pero no encendáis mecheros que este lugar arde muy rápido". Igualmente añadió: "las luces parecen un montón de caras sonrientes, este canción va para ella de allí". El liceu es un teatre magnífic i meravellós. Pendiente escuchar el 11 de noviembre.

    Un saludo.
    Marc V.

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  3. Magnífica, estupenda, estuvo Sílvia.
    Los que fuimos a disfrutar de su voz letra y sonido, no salimos defraudados, como ya esperábamos.
    Algo personal para Sílvia: No dejes de sentir el suelo en tus pies, pues le envías sabiduría de la tierra al cerebro.

    Gracias Lara.

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    1. No creo que defraudara a nadie, no.

      ¡Muchas gracias por comentar!

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  4. Felicidades Lara por tan maravilloso articulo, no he estado nunca en el Liceo, pero espero ir un dia, buen trabajo y muy buena suerte, besos.

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    1. ¡Muchas gracias, Rosa!

      La verdad es que yo tampoco había ido nunca al Liceu, el viernes fue mi primera vez.

      Besos.

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