domingo, 18 de marzo de 2012

Siempre quedarán nostálgicos

Un pequeño break para perderse por la montaña y pasar un fin de semana con amigos que no ves tanto como te gustaría. Después de la excursión de unas 4 ó 5 horas, jugamos a varios juegos de mesa y, en un momento de dispersión de la gente, una de mis amigas saca un libro de bolsillo y se pone a leer. Otra, unas hojas con transcripciones que tiene que corregir y una más, un libro de consulta que ha cogido de la biblioteca.

Aún siguen haciéndose un hueco en plena era digital.
Siempre me ha gustado ver a la gente leer; por ejemplo, durante un viaje en transporte público. Mirar a personas concentradas que apenas levantan la cabeza para saber por dónde van y no saltarse la parada, e intentar descubrir de qué libro se trata buscando la portada o -incluso- leyendo algunas líneas de un capítulo. No siempre es fácil dar con el título y últimamente es aún más complicado, pues cada día hay más personas que usan un libro electrónico o e-book

Sin portadas, sólo texto. La capacidad es limitada, pero casi se podría decir que puedes almacenar todos los libros que quieras porque el número de ejemplares que admite ese pequeño aparato es muy alto. Ahora la gente puede leer de una pantalla y pasar las hojas sin necesidad de humedecerse los dedos. Resulta todo mucho más sencillo y más cómodo.

Pese a ello, aún somos muchos los que nos resistimos a pasar por la (¿inevitable?) evolución de los libros y seguimos comprando en formato papel. Se trata de un cariño especial por la textura, el olor, el sonido de las páginas al pasar,... Fernando Trías de Bes parece ser uno de estos nostálgicos y ha querido homenajear al libro de toda la vida con su última obra Tinta, editado por Seix Barral.

Imagen de portada de Tinta.
La historia, que acontece entre 1900 y 1910, gira alrededor del libro que se espera dé respuesta al motivo de la sinrazón; cualquiera que ésta sea. Sus frases fueron escritas tiempo atrás por grandes autores y son especiales porque son exactas a otras pero con un significado diferente debido al contexto... Precisamente un matemático es quien se encarga de recopilarlas, ya que parece que responden a una ley lógica: se dedica a leer durante años todas las obras de una librería de préstamo de Maguncia (Alemania) hasta dar con la composición ideal. Luego, estos sintagmas aparentemente inconexos pasan la revisión del corrector que, después, se pone en contacto con un editor y éste, a su vez, con un impresor. Poco a poco, y a base de mucho esfuerzo por parte de cada uno de los agentes, el libro va adquiriendo forma hasta que finalmente es un hecho que entusiasma a todos los que creen en él y al cual deciden llamar Tinta, pues este es el nombre de la librería de préstamo que originó su contenido. Cada fase del proceso corresponde a un capítulo y a un personaje protagonista, del cual se van intercalando escenas de su vida que explican el motivo de su particular sinrazón.

Tinta es una obra que se hace querer, sobre todo, si te gustan los libros que ocupan el espacio que les pertenece y pesan menos de lo que deberían.

4 comentarios:

  1. ¡Me encanta tu blog, Lara, felicidades!

    ResponderEliminar
  2. Me ha gustado lo de intentar leer lo que estan leyendo los demás en el bus/metr/loquesea. Me creia raro por ser así >.<

    Y lo del libro electrónico, yo creo que seguirá existiendo durante mucho tiempo el libro en papel, a mi me gusta tener los libros que más me gustan en papel y aquellos que no me importa leerlos una sola vez y dejarlos ahi, si que los leo en formato digital.

    Un saludo!

    ResponderEliminar
  3. Podra no haber poetas, pero siempre abra poesia.
    Los poetas son los ojos de los que miran y no ven.

    ResponderEliminar